Si bien las realidades de los casi 600 clubes de rugby que existen en el país son disímiles, todos se han visto afectados en gran medida por la inactividad. Por eso la UAR confirmó recientemente el paquete de rescate que había anunciado en su momento el presidente Marcelo Rodríguez: un millón de dólares, de los cuales un 30% será destinado a subsidiar el aporte que cada jugador debe hacer para la Fuar, fundación que ayuda a ex jugadores que sufrieron lesiones graves. “Una situación excepcional como esta requiere medidas excepcionales. La UAR tiene unos fondos que son antisísmicos, y que provienen de subsidios de World Rugby para el desarrollo del alto rendimiento”, explica Fernando Rizzi. “El destino que teníamos pensado para esos fondos era la construcción del Centro Nacional de Rugby, tanta veces anunciado pero que por diferentes inconvenientes no se pudo realizar aún. Ese dinero estaba bien guardado para ese fin o para atender una eventualidad como esta”, aclara el secretario.
La encargada de definir cómo se repartirá el dinero es una comisión dirigida por Gabriel Travaglini, vicepresidente UAR, quien reveló en declaraciones radiales a Rugby Champagne cuál será el método: “queríamos que fuera parejo para todos, así que decidimos una suma fija de $380, que es el fondo solidario que le aporta cada jugador a la Fuar. Además, a los 578 clubes se le repartirá $65.000 a cada uno y $590 por jugador que disponga cada Unión fichado en 2019, incluyendo rugby femenino”.